jueves, 12 de septiembre de 2013

Parte 1 - Despertar de Elensar

Cuando desperté no veía nada a mí alrededor, todo estaba muy oscuro y no veía más allá de mi mano. A tientas, intenté levantarme pero fue en vano porque mis piernas no respondían a mis órdenes, todo me daba vueltas, no recordaba nada y me dolía todo el cuerpo. Giré lentamente la cabeza hacia mis espaldas y vi una especie de línea con luz. Avancé una mano hacia donde provenía la luz, y toqué algo que parecía ser una rama. Lo cogí y me lo llevé cerca de los ojos. Mi sorpresa fue enorme cuando descubrí que lo que tenía en la mano era en realidad, huesos; huesos que aún conservaban algo de carne. De repente, escuché una especie de sonido raspante y giré rauda la cabeza hacia el otro extremo de la celda, porque donde me hallaba no parecía otra cosa que una celda. Y cuando mis ojos por fin se lograron adaptar a la oscuridad, vi que unas ratas estaban royendo parte de un esqueleto, al que llegué a la conclusión de que pertenecía la mano que yo aún sujetaba.

Al cabo de un rato logré controlar mis impulsos de gritar, llorar, todas esas emociones que te embargan cuando estás sola y no sabes muy bien qué ha pasado a tu alrededor. Con lo cual, me incorporé no sin esfuerzo, y logré llegar hasta lo que parecía la puerta de la celda. La puerta estaba cerrada, pero al tacto se notaba que estaba raída por muchos años y comencé a golpearla con las pocas fuerzas de las que poseía. La puerta se abrió de golpe y caí sobre los cuerpos sin vida de hombres, mujeres y niños de razas que yo misma no conocía. Y caí de rodillas ante el horror que veían mis ojos. Al caer comprendí que me hallaba desnuda y cubierta de sangre que aparentemente no era mía. Comencé a recorrer los pasillos haciéndome acopio de fuerzas y valor, y también fui reuniendo armas, ropa, armaduras ajadas y oxidadas por el paso del tiempo, y por casualidad encontré un trozo de pan mohoso y un cuarto de queso que los ratones tenían a medio terminar. Y me encaminé hacia lo que parecía la puerta. En mi camino lo único que logré encontrarme fueron los cuerpos mutilados de muchas personas. Todo a mi alrededor era muerte. Y yo no entendía nada de lo que había pasado. No recordaba nada de lo que había pasado antes de despertar... Cuando salí al exterior de la fortaleza, mi visión de lo que había ocurrido fue mucho peor, si pensaba que dentro de la fortaleza era un horror, fuera,… no sé cómo expresar mi terror cuando vi lo que vi. El campo de delante de la fortaleza, estaba entero lleno de cadáveres, pilas y pilas de cadáveres, y a la vista nadie había sobrevivido. Comencé a abrirme paso hacia adelante por todos los medios... Allí reunidos había hombres y mujeres humanos, también había algún que otro goblin y unos cuantos elfos mestizos. Odiaba esa imagen de los elfos mestizos. Llevaba andando un buen rato cuando de pronto me encontré, en mitad de esa masacre, el cuerpo sin vida de un crío, y me derrumbé. No pude soportarlo más.
comentarios

1 comentario :

  1. Con la poca imaginación que tengo lo cierto es que me ha parecido un despertar bastante gore heheh pero interesante historia fantástica debe ser la de Elensar si empieza tan templada entre tanto cadaver.
    Saludos amig@s

    traffic-club
    cambiando el paradigma

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